Existen diversas formas de lavar tus almohadas según su tipo de material, evitando así daños sobre estas, te mostramos los cuidados de cada una a continuación:
– Almohada de fibra: haz un rollo con ella y luego amárralo con una cuerda. Introdúcela en la lavadora en el sentido que gira el tambor de esta. Puedes colocar varias almohadas juntas para que no choquen en el tambor durante el lavado. Realiza un segundo aclarado para eliminar restos de detergente que hubieran quedado en su interior. La puedes secar al aire libre o con secadora.
– Almohada de látex: si el fabricante recomienda el lavado a máquina, puedes usar el método de las de fibra. En caso contrario lávala a mano con agua fría y algo de detergente suave. Sumérgela, pero no la frotes ni la remojes mucho tiempo. Sécala con sombra al aire libre.
– Almohada viscoelástica: muchos fabricantes recomiendan no lavar esta almohada porque es delicada. Hazlo solo si la mancha es grande y siempre a mano. Enjuágala con agua y jabón suave, aclarándola bien y luego sécala al aire libre. Lo ideal es que le pongas una funda doble con cremallera que la proteja.
– Almohada cervical: emplea exactamente el mismo método que la almohada viscoelástica.
– Almohada de gel: igual que la viscoelástica. Hazlo a mano, sin lavadora. No la empapes porque perderá sus propiedades y creará moho. Prepara un recipiente con agua tibia y detergente o jabón suave. No la sumerjas, moja el paño y pásaselo con cuidado. Después usa una toalla para que absorba la humedad. Luego sécala completamente con un ventilador.
– Almohadas de plumas: lava solo las de plumas sintéticas. Usa la lavadora con un programa delicado que no supere los 40 grados y centrifugue a bajas revoluciones. Mete dos pelotas de tenis envueltas y atadas con medias dentro de la lavadora. Esto sacudirá las plumas. No la planches. Sécala al aire libre.
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