Al final del día, no hay nada más placentero que acostarse a dormir sobre unas sábanas limpias y con un exquisito perfume, para descansar cómodamente toda la noche, como si estuvieras de vacaciones en un lujoso hotel.
Por eso, lo ideal es elegir fragancias florales suaves, para que no se vuelvan invasivas a la hora de relajarse y puedas dormir bien toda la noche.
A demás de las sábanas, también se puede rociar el colchón, las almohadas, almohadones, acolchados y cortinas. De esta manera, también mantendrás todo el dormitorio perfumado.
Para ello, es una buena idea elegir una fragancia de perfume textil, que no mancha y que se adhiere profundamente en las fibras de las sábanas. En vez de utilizar aceites puros que pueden llegar manchar dejando una pequeña aureola, sobre todo si son telas delicadas.
Incluso, con el perfume textil o para ropa se puede rociar directamente sobre cualquier tipo de superficie que sea de tela, ya sea algodón, seda, raso, incluso hilo o lana. Y además, podes perfumar la ropa de cama antes de guardarla en el ropero y cuando quieras usarla ya estará perfumada. De esta forma, evitarás que tomen olor a humedad o a encierro.
Luego de lavar las sábanas o justo antes de tenderlas en la cama, rocialas con la fragancia seleccionada a una distancia no menor de 30 cm para que el perfume se esparza bien. El aroma perdurará durante días, la cantidad dependerá del tipo de fragancia que elijas. Cuando notes que el aroma a disminuido podés volver a rociarlas.
Para que el perfume te dure más tiempo, puedes rociar las telas después de lavarlas y antes de plancharlas, el calor hará que las partículas aromáticas se adhieran con mayor fuerza sobre las fibras textiles. Luego estarán listas para guardarlas o usarlas.
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